Mientras el mundo avanza en la regulación del cannabis en diferentes formas, España mira. Mira cómo en países como la rica Canadá o el no tan boyante Uruguay han legalizado su consumo lúdico, cómo varios estados de EE UU y naciones como Portugal, Israel o Alemania permiten su consumo con fines terapéuticos, pero aquí, entre los países europeos que más consumen, el debate agoniza a la espera de su turno en una subcomisión del Congreso que no existe […]
Artículo publicado en eldiario.es.